25 feb 2011

Cosquín de oro 50° aniversario (2010)







Cosquín celebra sus Bodas de Oro en el especial encuentro que supone la realización de su quincuagésimo Festival Nacional del Folklore, a realizarse, desde el miércoles venidero, durante doce noches consecutivas, en el epicentro del Valle de Punilla.
     El regular llamado anual hacia la manifestación folklórica integral se magnifica, en esta oportunidad, al cumplirse medio siglo de vigencia para aquella inquietud de quienes, en 1961, concretaron el primer "festival" en la Plaza San Martín, con el escenario cruzando la calle homónima.
     Fue desde el 21 al 29 de enero de 1961, fecha en la cual quedó acuñado el propósito de quitar la fama de Cosquín como "lugar de recuperación de afecciones pulmonares" (considerando su benigno clima para las vías respiratorias), para identificarlo, de allí en más, como la célebre convocatoria reivindicadora del genuino sentimiento que el folklore integral propone.
     Artistas como Eduardo Falú, Jorge Cafrune, Jaime Dávalos y Los Chalchaleros dejaron su marca registrada en aquel punto de partida para el desarrollo "institucional" del folklore argentino, presentado en el turno anual para distinguir la finalidad de su esencia.
     En pocas horas y con el especial tratamiento a su 50 aniversario, el silencio de las noches coscoínas será, otra vez, quebrado por el tradicional grito de enero: "¡Aquí... Cosquín... Festival Nacional del Folklore!".
     La natural escenografía propuesta por la belleza paisajística del valle recrea su postal geográfica para ubicar en ella los vectores culturales canalizados por la música, el canto, la danza o la poesía, distribuyendo en el cielo cordobés el talento implícito en las vocacionales intenciones que ratifican la vigencia de nuestra identidad.
     El verde del corazón vallisto adorna el inmenso teatro de la plaza Próspero Molina y, desde allí, proyecta, a Córdoba toda y al resto del país, la intención festivalera, con su medio siglo apuntalando la bandera de sus ricas expresiones telúricas.
     En esta oportunidad y con motivo de su especial cumpleaños, el festival reemplazará las "nueve lunas" de su acostumbrada vigencia anual por las doce noches festivaleras planificadas para 2010.
     La respuesta del verano ampliará sus melodías elevadas al firmamento estelar de la tierra cordobesa, porque la estación estival reclama su cita al pie del majestuoso Supaj Ñuñu (Pan de Azúcar), donde transita el viejo río Cosquín, inspirador de la histórica Zamba del cantor enamorado , escrita por el recordado Hernán Figueroa Reyes, clásico ritual romántico del encuentro.
     Cuando Cosquín perfilaba nuevos horizontes gestores de atracciones distintas y bien pegadas a su efervescencia guitarrera, alguien escribió un sentido pensamiento:
     "La vida parece haberse quedado detrás de los postigos de cada casa, no como el ensueño de ciudades dormidas cuya beatitud condiciona a sus habitantes a una inexplicable rutina, sino como una ciudad que no duerme. Se repliega sobre sí misma, sin huir de la realidad".